En 1997, cientos de ultras del Ajax y el Feyenoord se citaron en la carretera A9, cerca de Beverwijk; la campal finalizó con la muerte de Carlo Picornie, hooligan del Ajax, a causa de tres puñaladas en los pulmones. La llegada de Johan Cruyff causó ámpulas en el sector más radical de De Kuip, que repulsa cualquier cosa mínimamente ligada al Ajax de Ámsterdam.