El 11 de julio de 2010, tras el partido final contra Holanda, Iker Casillas se consagra, junto al resto de seleccionados, como ganador de la Copa del Mundo. En la semifinal contra la selección de fútbol de Alemania, Iker Casillas consiguió establecer un nuevo récord de imbatibilidad en un mundial de fútbol. Con este triunfo, entra en la historia de la selección española por haber ganado una eurocopa y conseguir, por vez primera, la clasificación a las semifinales en un mundial de fútbol.